jueves, 11 de mayo de 2017

Las generaciones en Cuba se complementan


Las generaciones en Cuba se complementan
La Habana.- En Cuba, la juventud y la experiencia lejos de apartarse y comportarse como fenómenos aislados e independientes que se repelen, resultan  todo lo contrario, una es el apoyo o complemento de la otra y han de ir juntas.
No podemos ver la generación que renace como proceso lógico de toda sociedad, negando el pasado, renegando lo viejo, como algo que jugó su papel y ya no cuenta, tenerlo como un estorbo que no queda otro remedio que hacerle poco caso en el hogar o simplemente aceptarlo  por el qué dirá el resto de la familia, es una señal negativa que se debe evitar en los jóvenes.

De igual forma en los centros de trabajo, donde convergen ambas generaciones están los experimentados técnicos y obreros, quienes por los años de experiencia en talleres e industrias, escuelas, mostradores, surcos, instalaciones deportivas, agrupaciones artísticas y otras manifestaciones de la vida, van disminuyendo su capacidad máxima y a veces se notan marginados.
Y viceversa, que alguien piense que la juventud está perdida, es una equivocación total aunque  históricamente siempre hubo quien se creyera el cuento de que lo de antes era mejor y dijera: ahora vienen estos muchachos, que no saben nada, a creerse que lo conocen todo y a imponer sus criterios e ideas teóricas sin haber probado en la práctica, que es el mejor criterio de la verdad.
Un extremo y otro están errados, pues creerse que la otra generación carece de importancia y sus conocimientos no son útiles constituye un error, hay que verlo como un proceso natural, en el que los más nuevos sustituyen a los anteriores, como la entrega del batón en las carreras de relevo, que si no se hace sincronizadamente puede fallar y no tener éxito en alcanzar la meta.
En el hogar el desgaste físico y mental requiere de mucha comprensión por parte de hijos y nietos, pues esa abuela o abuelo lo dieron todo por la felicidad de la nueva generación, y no hay por qué negarle atención y el mayor cuidado para que su vida sea más placentera, lo cual se traduce en tranquilidad,  además de ser merecedores de otros esmeros.
De igual forma en los centros de trabajo se deben aprovechar al máximo los conocimientos,  tanto teóricos como prácticos acumulados a través del tiempo, a cargo de los miembros del movimiento de innovadores y racionalizadores, el cual desempeña un importante rol desde los primeros años de la Revolución impulsado por Fidel y el Che, principales promotores de tan importante tarea en beneficio de la producción, los servicios  y la sustitución de importaciones.
En la medida que avanza el desarrollo de la sociedad la vida impone nuevos retos y es necesaria la aplicación de la ciencia y la técnica en todas las esferas.
Resulta un buen momento para aplicar los conocimientos adquiridos en las carreras universitarias y los estudios técnicos de nivel medio y de obreros calificados, tarea de vital importancia para las nuevas generaciones con la ayuda de los más experimentados en los diferentes puestos de trabajo.   Eduardo Luis Martín (ACN)

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